ANTOLOGIA DE DECALOGOS LITERARIOS

"Los Diez Mandamientos, considerados útiles reglas morales para vivir en sociedad, tienen un excelente uso literario. El escritor, al contar sus historias, debería hacer que sus personajes violen constantemente estos mandamientos, en conjunto o por partes. Mientras alguien robe, mate, mienta, fornique, blasfeme o desee a la mujer del prójimo tendremos un conflicto y en consecuencia una historia que contar. Por el contrario, si sus personajes se portan bien, no sucederá nada: todo será aburridísimo."
Fernando Ampuero


Uno de los más interesantes y que recoge más sabiduría, tiene un solo postulado. Se lo leí a Alejandro Quintana y dice:

"Porque en realidad ya se ha contado todo; lo novedoso es contarlo de forma interesante".

Es muy común que los escritores, cuando gozan de cierto reconocimiento, decidan organizar sus ideas en forma de recomendaciones que suelen enumerar en listas, generalmente en forma de decálogos, muy a manera de configurar una suerte de "Tablas de la Ley"o de "Diez Mandamientos" , en los que pontifican,-con razón o sin ella, en concordancia con su prestigio y sabiduría o apenas haciendo gala de una vana pretensión un tanto ególatra- sobre sus verdades decantadas acerca del oficio de escribir.

Unos condensan verdaderas sentencias, otras son apenas esbozos que naufragan en su propia babosería; unos son un compendio de ingenio, otros verdaderos destellos de humor, mientras algunos apenas sí resbalan como peligroso chascarrillo en el reino del lugar común.

De todas maneras, en esta página recopilamos algunos de ellos, como elemento para el análisis y estudio de los interesados en el ejercicio de escribir. Muy recomendado para aprendices y aficionados, para lectores desprevenidos, para alumnos de talleres literarios y para todos los que se deleitan del bello arte de la Literatura.

Al final citamos los más ingeniosos, clásicos, reconocidos o polémicos.

Lo que comenzó como un divertimento, pasó a ser una disciplina que permite enriquecer la teoría de la creación literaria, en la voz de los maestros. La idea original parte de la página www.emiliorestrepo.blogspot.com
Comentarios y aportes, favor remitirlos a emiliorestrepo@gmail.com

viernes, 9 de octubre de 2015

Cómo escribir una novela corta

Cómo escribir una novela corta


Hay algunas historias que simplemente no se pueden contar en una historia, y no son lo suficientemente grande en su alcance a ser una novela larga. Esta forma es novedosa en el medio, que incluye más tiempo de la corta historia de la serie, así como tener espacio para las caracterizaciones más profundas. Algunas novelas son publicados por ellos mismos y algunos se publican en colecciones junto con otras novelas.

Espacio de tiempo. Una historia puede comprender un corto período de tiempo, como por ejemplo un día o una semana, o eventos de noticias puede que hayan tenido lugar durante un período de tiempo más largo. No es, sin embargo, en general, para las historias que tienen lugar en los años o generaciones. La cantidad de tiempo que usted elija debe ser un momento en que es fácilmente encapsulado por este breve formulario.

Crear personajes. Algunas personas les gusta comenzar con una parcela, y algunos prefieren empezar con los personajes. Cada uno tiene sus pros y sus contras, pero yo siempre prefiero comenzar con los caracteres. Si has personajes de carne bien desarrollado a cabo, la trama se puede derivar simplemente de ellos. Debe ser protagonistas y antagonistas, y algunas variaciones de la personalidad que se presta para el conflicto. Debe haber por lo menos un carácter (lo cual está bien) para que el lector se identifique con. Una historia tiene una cierta cantidad de caracteres, pero aún así se debe mantener al mínimo debido a la corta duración de la obra. Demasiados personajes de una obra corta puede hacer que sea difícil identificar con alguno de ellos. Las historias cortas en general no tienen espacio para el número de caracteres que pueden estar presentes en una novela. Pero, hay espacio en una novela corta de caracterizaciones profundas y personajes secundarios.

Esbozar una parcela. La trama debe tener un arco de la historia clara del conflicto, clímax y resolución. La parcela debe ser creíble y tener sentido. Mantenga un registro de su continuidad y líneas de tiempo para evitar posibles errores de impresión. La historia de la escritora ofrece la oportunidad de texturas profundas de una historia más compleja. Un poco de historia, en contraste con una historia corta, puede contener argumentos secundarios al lado de la trama principal.
Te hacen sentir verdadera. Si usted tiene personajes realistas y un complot para traerlos, no debe haber una profundidad de emoción que invoca sentimientos en el lector. Lectores gustaría tener personajes que pueden simpatizar con, y esto puede ser logrado a través de los propios personajes, a través de lo que sucede en la trama, o ambos.

Llegar a una conclusión. La conclusión de una historia debe mostrar cómo la trama ha cambiado los personajes. Si los personajes permanecen estáticas, en realidad no había mucho sentido a la trama. Los personajes deben crecer y cambiar con las lecciones que han aprendido a lo largo de la novela.
Las historias cortas van y vienen en popularidad, pero permanecieron en la escena como una manera de servir al mercado entre el cuento y la novela. También son una buena manera de empezar a escritores a dar el paso hacia la escritura de obras más largas. La novela da al escritor la oportunidad de tomar una historia que es de corto alcance y llenarlo con todo lujo de detalles y caracterización.

Consejos prácticos:
Las historias cortas son generalmente cerca de 30.000 palabras.

El siguiente artículo puede complementar el primero. Orienta sus recomendaciones en la misma dirección

Consejos y recomendaciones para escribir

Cuando nos comunicamos a través de la palabra hablada lo hacemos casi automáticamente porque tenemos mucha experiencia en ello y no apreciamos lo difícil y complicado que puede ser, pero cuando queremos “hablar” por escrito empezamos “a patinar” y a veces no sabemos ni por dónde empezar.

Es en ese caso cuando se hace patente la necesidad de redactar. En realidad redactar es como “hablar por escrito” pero cuando tratamos de hacerlo la dificultad se multiplica.

Si usted me lo permite le puedo dar algunos sencillos consejos para lograr una buena redacción. Son siete recomendaciones prácticas que estoy seguro le serán de utilidad para expresarse “en blanco y negro” es decir, a través de la palabra escrita.

1.- Pensar. Antes de empezar a correr la pluma o a aporrear el teclado, le recomiendo dedicarle un momentito a pensar qué es exactamente lo que quiere decir. Parece demasiado obvio pero ya verá que no lo es tanto.

Piense qué es lo que quiere decir, a quién se lo va a decir y cómo se lo quiere comunicar, si en lenguaje coloquial, comercial, formal, técnico, etc.

2.- Ser conciso. Procure dejar los rodeos para jinetes y jaripeos. Al escribir su mensaje, cualquiera que sea, vaya directamente al asunto, sin incluir palabras de más que le van a hacer perder interés a quien lo lea. Aquello de que “por medio de la presente me permito comunicar a usted, etc. etc.” ya está obsoleto. La modernidad exige ser más directo en lo que se quiere decir.

3.- Claridad. Una cosa es ser conciso y otra ser claro. A veces, aún siendo conciso usamos terminología rebuscada que nuestro receptor no va a entender. En algún caso puede ser el nuestro un mensaje tan conciso, tan abreviado que no ofrezca suficiente claridad o pueda entenderse de una manera muy diferente a lo que se quiere decir.

4.- Adecuar. Nuestro mensaje debe ser adecuado a la o las personas que lo van a recibir, según su nivel de conocimientos, motivos y costumbres. Si no se tiene cuidado con este aspecto, el mensaje puede perder sinceridad y por lo tanto, también credibilidad.

5.- Diversificación. En un mensaje escrito no es bueno repetir una y otra vez determinada palabra o expresión. Es necesario utilizar sinónimos o expresiones equivalentes para no caer en este error que le quita fuerza al texto por su monotonía.

6.- Concluir.- Podríamos equiparar nuestro mensaje con la narración de un cuento. Hay que hacer el planteamiento, luego viene el desarrollo de la historia y finalmente, el cierre. Ese cierre es la conclusión a la que debemos llegar para que el mensaje sea completo.


7.- Revisar. Ya una vez que se ha terminado el texto de lo que queremos decir, hay que hacer una revisión para comprobar que se han cumplido los requisitos para que la redacción cumpla con el objetivo trazado.

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